Las sociedades se han organizado gracias a las normas que establecen conceptos, límites, soluciones a problemas y formas de tramitar documentos que generen alguna situación jurídica. Dicha ciencia se encuentra inmersa en nuestras vidas desde tiempos inmemorables, actualizándose progresivamente según los cambios en las costumbres, idiosincrasias y estatus de las Naciones.
Lo que sí se mantiene intacto, e incluso se catapulta a través de los años, es la necesidad de registrar una empresa, emprendimiento, marca o negocio, y mantenerse al pie de la letra con los requerimientos legales. Esto, en vista de los requisitos gubernamentales para poder comercializar, así como los beneficios que incluye encontrarse con toda la documentación al día.
Inclusive, el derecho se encuentra inmerso en una gran cantidad de situaciones que pueden presentarse luego de que la empresa comience a operar: El establecimiento de sociedades, acuerdos de inversión, cambio de inmueble comercial, compras de automóviles o bienes a nombre de la empresa, entre muchos otros más, se materializan con la intervención de la ley.
En concordancia con la idea anterior, resultará indispensable un abogado profesional que tenga manejo en áreas laborales, empresariales y mercantiles para la constitución y el correcto funcionamiento de nuestra empresa. Pero… ¿Cómo escojo un abogado de calidad? Para contar con los mejores servicios jurídicos elementales a la hora de impulsar su negocio, ver aquí.
Funciones que manejará un profesional del Derecho
Según el área para que el cual sea solicitado, los conocimientos jurídicos a llevar a cabo variarán considerablemente:
1- Constitución de una empresa o emprendimiento: En este caso requerirá que sean empleados conocimientos en conjunto con la consecución de trámites y gestiones tales como la realización de actas constitutivas o firmas personales. Por otro lado, la zona en la que se radica exige que sean solicitados permisos y patentes que autoricen la actividad comercial en el territorio que tenga su domicilio comercial.
2- Tramitación contractual: En el camino se nos pueden presentar oportunidades de crear sociedades, realizar acuerdos de inversión, adquirir bienes muebles e inmuebles que vayan a ser herramientas para las funciones de la empresa, y otras tantas situaciones que se encuentran reguladas por la ley.
3- Manejo de las relaciones laborales: Resulta muy común en empresas que cuentan con un gran número de trabajadores, las problemáticas por prestaciones, liquidaciones, e inclusive demandas con motivo de despidos «injustificados». A pesar de que litigar resulta usual en estos casos, el abogado puede evitarlo al desarrollar contratos mejores estructurados, así como ser mediadores para llevar a cabo negociaciones extrajudiciales.
4- Asesorías legales: Estas podrán versar sobre situaciones que pueden generar remotamente un problema legal. La recomendación es solucionar cualquier bache legal que vaya a complicar de forma futura el buen desempeño de su compañía.
5- Representación judicial: En caso de que no se hayan atacado los problemas potenciales, o no resultasen predecibles, necesitará de un abogado que pueda defenderlo correctamente en juicio. Para ello empleará argumentos, normativas a su favor, así como medios probatorios que vayan a favorecerlo.
En vista de la relevancia que resultará contar con asistencia legal certera, no podemos permitir que caiga usted en malas manos: El Dr. Raúl Vairo, profesional capacitado en el derecho de negocios y otras ramas complementarias, será su mejor opción. ¡Nos leemos pronto!