La importancia de mantener la contabilidad de una empresa, negocio o emprendimiento, tanto si contamos con empleados como si no, es cada día una necesidad más latente, en vista de que supone la base para garantizar sustentabilidad de dicha actividad comercial.
Si descuidamos la relación entre ingresos y egresos, tendremos una menor organización no solo de nuestros activos, sino de la forma en la que produce nuestro negocio. Lo anterior será una dificultad a la hora de evaluar rentabilidad, temporadas bajas y altas, entre otras. Por ello, nada mejor que aplicar las herramientas correctas para mantener nuestras cuentas al día.
Si bien resulta inevitable pensar en los objetos para pesar masas cuando hablamos de balanzas, hoy venimos a contarles que no son las únicas que existen. ¿Le resulta curioso esto de balanzas para contabilidad? Acá le contaremos sobre qué trata y cómo pueden ayudar considerablemente a la contabilidad de su negocio ¡Quédese leyendo junto a nosotros!
Empecemos por el comienzo: ¿De qué trata?
Estamos frente a una herramienta contable que se encarga de reflejar resultados sobre ingresos, egresos, bonos, cargos, y cuentas por pagar. Es la forma más eficaz de calcular sumas y gastos, determinando la forma en la que se administra el dinero. Genera las técnicas para llevar un seguimiento de las cuentas, y detectar si ha podido existir alguna irregularidad.
Haciendo honra a su nombre, es una forma de comprobar con exactitud el monto de activos total con el que cuenta la empresa, y todos los movimientos que se deseen evaluar, constatándo dichos cálculos con los contenidos en los libros.
El conocer las deudas permite realizar una organización eficaz para pagarlas progresivamente, según el orden de prioridad. También nos permite realizar estadísticas sobre patrones en pagos a proveedores o temporadas donde la empresa suele endeudarse más que en otras. Inclusive, también serán parte de dicho análisis, los ingresos que se encuentren pendientes por ser recibidos mediante intereses, productos vendidos a crédito, entre otros.
Todo esto, con la finalidad de reflejar lo arrojado por el estudio minucioso de los saldos en un documento final que se conocerá como el balance persé. Este podrá estar compuesto de tres columnas, en donde se establecerán todos los movimientos efectuados en ese periodo de tiempo, el monto arrojado por cuentas aperturadas, y los saldos vigentes con deudores y acreedores, con un campo para cada aspecto, respectivamente.
Riesgos de no realizar el balance de comprobación constantemente
Considerando lo importante que resulta mantener los libros de forma correcta, y que cualquier error puede crear un descuadre considerable, utilizar la balanza de comprobación de forma mensual garantiza un control más acertado.
No estudiar los ingresos mensuales puede ocasionar que resulte más complicado enmendar algún error, en vista del tiempo transcurrido: Resultará más sencillo solucionar un descuadre en el libro diario transcurrido en ese mes, que intentar solucionar algo que sucedió hace 6 meses atrás. También se corre mayor riesgo de que no se cumpla con los pagos de las deudas en el tiempo adecuado, o que se confundan los saldos de unos y otros.
En vista de que este balance es el punto de partida para el balance de cuentas general, podemos intuir que si nuestras cuentas están descuadradas por falta de la comprobación que se genera con este estudio, el resultado final en el balance de cuentas no será exitoso.
Entonces ¿Aún no ha hecho su balance de comprobación? ¡No deje pasar ni un día más!