EL cambio de paradigma de manera natural sucede cuando aparecen ciertas observaciones que van en contra del paradigma actual. Éstas toman tal fuerza que provocan una crisis, tanto así, que poco a poco se comienza a perder confianza en el paradigma inicial, se colma tal, que al final se transforma totalmente, entonces nace un nuevo paradigma; no una evolución del anterior, si no uno nuevo que ya no se puede comparar con la anterior, porque las circunstancias que marcaron la crisis establecieron un nuevo patrón.
El cambio de hábitos
La idea es modificar un hábito ya instalado en nuestra personalidad, aquellos que forman la pared con la cual chocamos constantemente y que están generando un cambio estructural negativo en nuestra vida que nos impiden desarrollarnos positivamente. Estos hábitos son esas “ciertas observaciones que van en contra del paradigma” y que van a cambiarlo en la medida que usted lo permita.
Es necesario, en ese sentido implementar un plan de cambio de hábitos. En primer lugar hay que identificar el mal hábito, conocer su existencia ser consciente del daño que le causa y sustituirlo por otro hábito simplemente opuesto a él. Comprométase a cumplirlo pero no sea tan duro, sea flexible, adapte su práctica al tiempo que tiene disponible.
Implemente solo un cambio a la vez y busque la forma de medir su progreso. Es necesario entonces consolidar el nuevo hábito e implantarlo de manera definitiva. Todo está en la pasión y el deseo que usted tenga para salir airoso.
Al comienzo el control es al pie, de manera consciente, luego poco a poco irá implantándose e irá ejecutándose de manera automática e inconsciente generando ciertos cambios funcionales -es decir ya es automático- Éstos a través del tiempo generarán cambios estructurales en nuestro comportamiento o en nuestro organismo permitiéndonos implantar esas “ciertas observaciones que van a cambiar el paradigma que nos impide -en nuestro caso- salir adelante en nuestro emprendimiento”
Como vemos, es relativamente fácil tomar la ruta de motivación adecuada para cada cambio de hábito que usted considere necesario; solo repita el proceso: identificar, sustituir, implantar. Teniendo en cuenta, como ya dijimos antes, los tres aspectos del que se compone un hábito: conocimiento, capacidad y deseo. Ante una caída, repita el proceso.